POR: Marcela Martínez Sempértegui
Con el dolor de la despedida física, la infinita FE de ser simples testigos de la liberación de nuestros seres queridos que parten al reencuentro con el Padre Madre UNO y Eterno, antes que nosotros y el complejo misterio que conlleva el decir hasta siempre, en un orden marcado por la Gracia Divina, rindo homenaje público a JUVENAL CASTRO TORRICO.
Honorífico compañero, protagonista de la Revolución Nacional como impulsor de la Reforma Agraria, ejemplo de vida, lealtad y consecuencia, quien todavía estuvo presente y nos acompañó con sabias e inspiradoras palabras de historia viva en el Comando Nacional "Alfredo Franco Guachalla", desarrollado en la ciudad de Quillacollo, Cochabamba - Bolivia a finales de noviembre de 2010, ocasión en la que recibió un merecido reconocimiento en vida de la dirección nacional del Movimiento Nacionalista Revolucionario y toda la militancia presente y que hoy partió a los brazos de Dios.
El mismo mes se publicó una resumida semblanza sobre él que dice:
"La experiencia política en Cochabamba cambió su vida, logró participación crucial en los movimientos campesinos, llevó las ideas revolucionarias de su partido al país entero.
Juvenal Castro, nació el 7 de Mayo de 1926 en Pichakqani, Segunda Sección de Anzaldo, provincia Esteban Arze. Sus padres fueron Justiniano Castro Claros y Matilde Torrico Muñoz, ambos ex colonos de la hacienda Tak´oni.
Castro, a la edad de dos años, junto a sus padres, viajó al pueblo de Anzaldo. Ingresó a la escuela mixta del pueblo hasta el tercer año, posteriormente continuó sus estudios en la ciudad, donde tuvo problemas con el idioma español porque su lengua materna era el quechua. Los días más alegres que recuerda Juvenal son cuando iba de vacaciones a su pueblo, por su experiencia escolar, se encargaba de leer en voz alta los decretos y resoluciones del Gobierno del Cnl. Gualberto Villarroel, estas lecturas despertaron su interés por los problemas campesinos y decidió servir a esa gente en la medida de sus posibilidades.
En 1952, después de la Revolución de Abril, se involucró en la labor de la organización de sindicatos campesinos en la jurisdicción de Anzaldo. Incluso el I y II Congreso Departamental de Campesinos lo nombran secretario de actas y estadísticas de la Federación Sindical de Trabajadores Campesinos de Cochabamba (FSTCC). Por ayudar a respetar los derechos de su pueblo, es apresado por más de un año en la ciudad de La Paz.
Su vida cambió cuando conoce a Olimpia Correa, con quien contrajo matrimonio y tuvo una hija, “Gracias a Dios tuve el apoyo de mi familia, cuando todo marchaba bien, cuando al fin pude expresarme y formar parte como diputado en el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), me apresaron injustamente y fuí exiliado a Suecia ”, dijo Castro.
Cuando retornó del exilio empezó de nuevo con la ayuda de campesinos de su zona e incluso reasumió los cargos sindicales en los que fue elegido. Los viajes que realizó cuando estuvo fuera del país lo impulsaron a seguir luchando por los derechos de los suyos conjuntamente con el problema de tierras, y es justo ese el motivo que influye para que sea elegido Vicepresidente del parlamento Indígena en América. Ya pasaron 13 años desde la vez que concluyó su mandato en el Senado Nacional y Juvenal recuerda aquellos momentos que lo llevaron a luchar por la igualdad de su gente.
Hasta aquí la semblanza que María Alejandra Corrales Torrico, publicó sobre el compañero Juvenal Castro, es tarea de las nuevas generaciones del MNR y de todos, la de visibilizar a estos grandes hombres y mujeres que construyeron la historia de Bolivia desde los principios y valores del nacionalismo revolucionario, ecarnando la letra de nuestro canto: "En el Puente de la Villa, hice un juramento, defender al Movimiento en todo momento".
GLORIA AL COMPAÑERO CASTRO!!!
QUE VIVA EL MNR!!!
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