miércoles, 11 de enero de 2012

RUMBO A LOS 70 AÑOS


Querid@s  compañer@s:

Tengo el agrado de saludar a cada un@ de ustedes y transmitir con mucho cariño y respeto, mis más sinceros deseos de plenitud y realización para este año que comienza,  que se manifiesten en sus vidas y  en cada uno de sus proyectos personales, pero sobre todo en nuestra meta común de servicio a la Patria, como dirigentes y militantes del Movimiento Nacionalista Revolucionario.

El afamado 2012, tan anunciado y hasta temido por algunos, marca para nosotros el turno del Sol que nace después de las  tormentas o la oscuridad. Cumplimos 70 años de vida y 60 de la Revolución Nacional y causalmente como en 1952 el calendario chino se dispone a dar inicio al año del dragón de agua que anuncia esperanza y libertad, así como la caída de los tiranos que quedan en el planeta.

Estoy segura que muchos de ustedes podrán realizar con la capacidad y maestría que caracteriza a nuestros líderes,  el balance de estas siete décadas, que con certeza suman mayores aciertos que errores en la tarea de construir la Nación boliviana y viabilizar el Estado boliviano constitucional y democrático de derecho. Sin embargo, hoy la democracia en Bolivia está herida de muerte y este nuevo aniversario nos encuentra con el deber de resguardar nuestros ideales  y defender  los derechos e intereses de nuestro pueblo y sus sectores vulnerables, motivo por el que me permito sugerir tres puntos fundamentales de reflexión que deberían guiar nuestras próximas acciones.

1.       Como hace setenta años nuevamente nos encontramos sumidos en una falsa democracia que fue reducida al uso pragmático de sus formalidades con impostura mediática y fraude electoral. La hegemonía actual se dedicó a corromper sus características básicas desde el concepto de República, la independencia de los órganos de poder, la libertad de expresión, la supervivencia de los partidos políticos y dentro el conjunto de retrocesos la política se degradó a politiquería o campo de guerra y confrontación en el que se busca la eliminación del adversario y la descalificación de las personas que pensamos diferente. Como gestores de la democracia moderna a través del Voto Universal, tenemos la obligación ética y moral de generar nuevas alianzas, restablecer la tolerancia y la institucionalidad democrática y exaltar sus valores hasta consolidar la profundización de la democracia de plena participación.

2.       Hace setenta años la oligarquía entreguista se camuflaba bajo la máscara del socialismo para seguir llenando sus bolsillos a cambio de rifar el país y nuestros recursos naturales al extranjero. La rosca desplegaba sus estrategias para que las autoridades se desvinculen de la bolivianidad y opten por los negociantes internacionales a cambio de ser apuntalados en sus puestos; hoy la oligarquía, la rosca y las transnacionales, son sustituidas por la mafia internacional del narcotráfico y el terrorismo y el pseudosocialismo está nuevamente a su servicio. Se nos acusa de vende patrias cuando históricamente ejercimos el papel contrario, pero si continuamos permitiendo que la conducta política de Bolivia siga subordinada a consignas extranjeras, terminaríamos dando la razón a estas falsas afirmaciones. El 2012 es un año de acción.

3.   Desde nuestro nacimiento es una característica la que marca nuestras fortalezas y también las aparentes debilidades: El hecho de ser centro integrador de las diferentes corrientes políticas, desde la mirada positiva, o el hecho de estar al medio de “una izquierda sin proyecto que nos ataca y una derecha que piensa que los intereses del país pasa por sus bolsillos y que también nos ataca” como lo describió con  la claridad que la hablaría a su hermana, nuestro querido Franklin Panka Anaya. No cometamos el error de intentar inclinarnos hacia ninguno de los extremos, ni caigamos en la trampa de llorar más que la viuda en menoscabo  de nuestra militancia, en el caso específico del Beni. Está claro que está primero la Patria y después el partido en la defensa de la democracia, pero también está claro que el Beni es del MNR y que con o sin nuestros consejeros es línea del coyuntural gobierno desconocer a todas las autoridades elegidas que no sean del MAS a través de la judicialización de la política y el copamiento completo de todos los órganos de poder.

El desafío que cada  uno de nosotros debe asumir con la responsabilidad de cada  acto es lograr que el MNR a sus setenta años vuelva a ser el puente que une los polos contrapuestos y recuperemos el papel protagónico que la necesidad histórica nos otorga como el justo medio de la política boliviana, que devuelva la Fe y esperanza a la población. Con Unidad frente a la confrontación;  con nuevas alianzas sociales, frente a la atomización y división interna de los diferentes sectores propiciada por el gobierno en la lógica de dividir para reinar; con soberanía política, frente a la instrucción chavista que sigue el partido de gobierno; con independencia económica, frente a la creciente deuda con Venezuela y otros paises que disimuladamente hipotecan nuestras materias primas y con justicia social, frente a la humillación de los sectores movilizados que mientras sirvieron con su voto recibieron grandes ofertas y hoy que llegó el momento de cumplir tienen que inmolarse o sufrir grandes vejaciones y sacrificios para ser escuchados como lo hicieran los indígenas del TIPNIS, la población de la ciudad de El Alto y ahora los discapacitados.

RUMBO A LOS 70 AÑOS Y POR LA NUEVA REPÚBLICA, VIVA EL MNR, SIEMPRE!!!



c. Marcela Martínez Sempértegui
SECRETARIA NACIONAL DE ORGANIZACIÓN
MOVIMIENTO NACIONALISTA REVOLUCIONARIO





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