Por:
Marcela Martínez Sempértegui*
“Calificaría al actual gobierno de Evo Morales
como la oportunidad perdida para él y para Bolivia”
“El denominado proceso de cambio, nunca tuvo
la intensión real de serlo, este slogan, consumo la impostura cambiando
solamente los rostros y apellidos de una clase enferma por el cáncer de la
corrupción y el sida del odio y resentimiento. Se precisa cambiar y curar la
esencia de la clase política y parte por reconocer que políticos somos todos,
pero que para ejercer poder se necesita un mínimo de formación y conciencia
unitaria que permitan ser consecuentes con la vocación de servicio y tener la
capacidad de hacer realidad las buenas intenciones”.
Con el 54%
de votos a favor en la elección Presidencial de 2005, una imagen cuidadosamente
construida a nivel internacional basada en su supuesto origen indígena, que
reforzó con una gira previa a su posesión y la idea posicionada en el
imaginario colectivo, de representar a los “buenos” y oprimidos por 500 años,
aspecto que le otorgo permiso irrestricto para herrar, Evo Morales tuvo la
posibilidad de pasar a la historia como un Presidente de unidad y
reconciliación de los bolivianos y cumplir con sus cientos de compromisos y
ofrecimientos previos, pero sobretodo de aprender de los errores de sus
antecesores que el mismo condeno con ahínco.
Una vez habilitado
por los decretos de amnistía de Carlos Mesa, que lo excluyeron de las investigaciones
y procesos por el golpe de 2003, Evo Morales llego al gobierno por la vía
democrática con un fuerte respaldo de la población y una coyuntura
internacional económicamente favorable para Bolivia por la subida de los
precios de los minerales, hidrocarburos y de las materias primas en general.
Sin
embargo, una vez en el poder, siguió paso a paso la agenda venezolana,
constituyéndose en un gobierno de corte populista y hasta tiránico, su equipo
de confianza fue conformado con los residuos de los anteriores gobiernos,
tránsfugas y oportunistas para los que priman los intereses personales, antes
que un verdadero proyecto de país.
Durante su
primer gobierno, la gestión fue prácticamente nula, todos los esfuerzos de la
administración pública, se dirigieron a llevar adelante una “Asamblea
Constituyente”, que se la idealizo como
la solución mágica a todos los problemas del país. Una vez concluida por la
fuerza, se volcaron los recursos del Estado a crear la necesidad de la
reelección y a destituir y perseguir judicialmente a todas las autoridades
electas de oposición, hábilmente
deslindo la culpa de todos sus males e
ineficiencia a los anteriores gobiernos y debilito las gobernaciones y procesos
autonómicos sistemáticamente. El ministerio público paso a ser una repartición
del ministerio de Gobierno e incluso diputados y senadores se repartieron
jueces y fiscales que manipular en los diferentes procesos políticos
judicializados.
En la
segunda gestión con la nueva constitución en vigencia y luego de una seguidilla
de referéndums y procesos electorales
amañados, logro debilitar toda la institucionalidad democrática, copo los
órganos de poder al extremo de imponer una elección de magistrados pese a que
en las urnas ganaron los votos nulos y blancos y continua con la destitución de
autoridades electas de oposición esta vez a través de la Ley marco de
autonomías, aprobada con elementos inconstitucionales en su contenido, que
vulneran los principios básicos del debido proceso.
No se
vislumbra un norte claro que amerite acabar o desconocer con todo lo previo a
Evo Morales, porque tampoco existe una alternativa viable dirigida a superar
los problemas que aquejan a la sociedad boliviana. La gestión económica
dilapida la buena racha y no se prepara para los años de vacas flacas.
La
pobreza continua, la inseguridad ciudadana día a día se hace insostenible, los
niveles de violencia en las diferentes orbes, amenazan con la vida de los
ciudadanos, se registran tiroteos a plena luz del día y comienzan a conocerse ajustes
de cuentas por narcotráfico siguiendo los pasos de México. En lugar de atender
estos graves problemas, el gobierno se empeña en crear enfrentamientos y
división, sembrando odio y resentimiento entre regiones, entre clases, entre campesinos
y citadinos, se socavo cada organización social a través de la prebenda
logrando dividir inclusive al movimiento indígena campesino, que al principio
se constituyo en el pilar fundamental de este gobierno.
El
denominado proceso de cambio, nunca tuvo la intensión real de serlo, este
slogan, consumo la impostura cambiando solamente los rostros y apellidos de una
clase enferma por el cáncer de la corrupción y el sida del odio y
resentimiento. Se precisa cambiar y curar la esencia de la clase política y
parte por reconocer que políticos somos todos, pero que para ejercer poder se
necesita un mínimo de formación y conciencia unitaria que permitan ser
consecuentes con la vocación de servicio y tener la capacidad de hacer realidad
las buenas intenciones.
Una de las
consecuencias negativas del intento de sustituir a los partidos políticos por
los movimientos sociales, es esa visión coartada de la realidad guiada
exclusivamente por intereses sectarios. Mientras que la persona que gobierne no asuma su
liderazgo nacional y a la sociedad como un sistema en el que el mal de algunos
nos afecta a todos y al contrario, nunca consolidaremos una nación boliviana
fuerte, solida y capaz de afrontar nuevos desafíos con unidad y dignidad.
Evo
Morales, no supero el papel de cocalero víctima, su percepción natural fue
segada por la soberbia, perdió la noción de temporalidad de los cargos y se hizo presa del poder, de sus propios
deseos y de sus palabras.
Jaime
Solares declaro el 7 de abril de 2011: “Hace tiempo atrás cinco personas hemos
levantado las manos juntas para derrocar al neoliberalismo: Felipe Quispe,
Roberto de la Cruz, yo, el propio Evo Morales, que ha traicionado la agenda de
octubre”
Y así es,
en lugar de gobernar para todos y responder a
la esperanza de un pueblo que después del duelo y confundido por el
bombardeo mediático que hacia leña del árbol caído y llamaba héroes a los
delincuentes de octubre que atentaron contra la seguridad pública e instigaron
a la población causando muerte y dolor, cifro su fe en el. No avizoró la nueva
oportunidad que la vida le dio para resarcir los daños causados y esta vez como
gobernante continuo con la lógica del enfrentamiento.
Se hizo
llamar inclusive el líder espiritual de los pueblos indígenas por el narco
amauta que en una ceremonia transmitida a nivel internacional lo proclamo con
grandes títulos a discreción. No se optimizaron las condiciones favorables que
rodearon al proyecto Morales y cuando parecía que la misión estaba cumplida
para que el caudillo gobierne 50 años como era su intensión, las circunstancias
comienzan a descomponerse para él y cuando dependen de sus propias decisiones,
su gobierno pierde la brújula y comienza el final de su cuarto de hora.
A dos años
de su segunda gestión, una vez tomados todos los órganos de poder, modificadas
las principales normas nacionales y con una coyuntura económica externa muy
favorable, Evo Morales, perdió igual la oportunidad de constituir un gobierno
serio y responsable que responda a las necesidades de su pueblo y garantice una
convivencia pacífica y apta para desarrollar y complementar las potencialidades
de cada sector. Puede que este viraje esté relacionado a la enfermedad del
Presidente venezolano, Hugo Chávez, pero es innegable que cada día, surgen más
dudas sobre las convicciones democráticas del mandatario cocalero y sobre la
sinceridad de sus discursos indigenistas, ecologistas y de protección a la
Madre Tierra.
Además de
carecer de proyecto, la falta de formación y experiencia de sus colaboradores,
hace de estos nuevos funcionarios públicos, presas fáciles de la manipulación,
corrupción y narcotráfico, como sucedió en los casos de narco alcaldes, narco
amautas, narco asesores, narco generales y otros. La ideología, principios y
valores fueron sustituidos por frases huecas que se repiten de memoria como
“proceso de cambio” sin contenido en sí mismo, sin esencia. Aspecto que da como
resultado la falta de compromiso de sus principales líderes y representantes.
Este el caso
de la flamante presidenta de la cámara alta, que en lugar de apoyar las
reformas a la educación pública nacional y honrar su convicción escogiendo uno
de estos colegios para sus hijos, hace abuso de poder enviando notas
gubernamentales al Colegio Alemán para que los
reciban. Si la nueva Ley que rige la educación es buena y viable, por
que una de sus principales promotoras, busca otro sistema para la educación de
sus hijos?
Bajo la
misma lógica surgen también estas incongruencias en el mismo mandatario. Si sus
discursos tienen una base solida de ideas y convicciones profundas y tiene la
solvencia moral de criticar anteriores gobiernos o inclusive a sus pares,
estará consciente que al construir una carretera que pase por el TIPNIS, además
de la transgresión a la Constitución Política del Estado, el Convenio 69 de la
OIT, la Ley de Medio Ambiente, el Reglamento de Áreas Protegidas y otras leyes
bolivianas y compromisos internacionales, se está propiciando la mayor
destrucción ecológica en Bolivia con la extinción de flora y fauna única en el
mundo? Estará consciente de que esta carretera atenta la vida y cultura de los
pueblos moxeños, yurakares y chimanes que habitan en los territorios indígenas
de este parque?
Evo
Morales mata las esperanzas del pueblo
boliviano especialmente de la población vulnerable que confió en el, como los
indígenas y los discapacitados.
Sería
extremadamente cruel, jugar con las esperanzas y confianza del pueblo
boliviano, haber derrocado un gobierno constitucional, con casi un centenar de
muertos y varios cientos de heridos, con un discurso antineoliberal y
antiimperialista, solamente para entregar el gobierno a la dictadura cocalera y
la mafia internacional del narcotráfico.
El único
proyecto claro y exitoso del MAS, fue tomar el poder y encumbrar un caudillo,
pero está claro que no se pensó para que. En las actuales condiciones
calificaría al actual gobierno de Evo Morales como la oportunidad perdida para
él y para Bolivia.
Estoy
segura que el anunciado cambio, hacia algo mejor, si llegara a la nación boliviana y que el
gobierno de Evo Morales es el ultimo del viejo orden. Quedo con la ilusión de
que esta vez sí tocamos fondo y que después de una gran destrucción, hay un
nuevo comienzo libre de vicios.
* Es Secretaria Nacional de Organización Política
del Movimiento Nacionalista Revolucionario.
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