Invito a unir nuestras almas e iluminar nuestros pasos. Invito a encontrar la belleza de todo lo que nos rodea para homenajear este día especial... los motivos sobran!!!...
EL HOMBRE SI ES PERFECTO
MAR /ABRIL /1993
Ser físico de incalculable belleza y destreza en movimientos,
admirable coordinación de interrelación orgánica,
armonía perfecta, Uno con el firmamento...
Inteligencia infinita, sentimientos innatos,
desarrollarlos está en sus manos...
imaginación ilimitada, memoria selectiva,
¿por qué no utilizarlos?
consciente y subconsciente al servicio del presente
razón, creatividad, libre e inviolable en su decisión.
Sabiduría eterna, Hombre: ¡Despiértala ya!
Espíritu candente, ánima inagotable de vida,
energía suprema, Chispa Divina anclada en su corazón...
etérico brillante, áurea tornasolada y extensa,
contacto con el Todo, unidad única del cosmos...
Ese eres tú, hombre, descúbrete Ya!
Voluntad, Sabiduría, Amor, ¿no eres perfecto?
deja ahora la cómoda y falaz excusa de la naturaleza humana, el pecado original,
¡¡¡no te autolimites más!!!,
que tu origen, tú y tu destino son perfectos,
Uno con la alegría, Uno con el Universo,
Uno con la ¡PERFECCIÓN...!
Este fue uno de mis primeros poemas publicados, hoy para ustedes... Con cariño Mar.
miércoles, 26 de marzo de 2008
domingo, 9 de marzo de 2008
EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA
Foto: (Homenaje a mujeres que trabajan por la equidad de género en Bolivia)
PAN, ROSAS, PAZ Y LIBERTAD!!!
por: Marcela Martínez Sempértegui*
“Pan y rosas” era la consigna, que sintetizaba las demandas de las mujeres obreras que luchaban por mejores condiciones de vida, de trabajo, mayor seguridad y mejor paga. Desde 1857 año en que un grupo de mujeres fueron reprimidas por la policía en Nueva York, medio siglo después, en 1908, 15.000 obreras marcharon por las calles de la misma ciudad al grito de esta consigna y un año más tarde, también en marzo, 140 mujeres jóvenes murieron calcinadas en la fábrica textil donde trabajaban encerradas en condiciones inhumanas.
En 1910, durante un Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, la alemana Clara Zetkin, propuso que se estableciera el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, en homenaje a aquellas que llevaron adelante las primeras acciones de mujeres trabajadoras organizadas contra la explotación.
Siete años más tarde, en Rusia - febrero de 1917, para el calendario ortodoxo -, las obreras textiles tomaron las calles reclamando "Pan, paz y libertad", marcando así el inicio de la Revolución Rusa, acaecida en octubre del mismo año.
En la primera década del siglo XXI, cuando pensamos haber recorrido un largo camino en la conquista del ejercicio pleno de los derechos de las mujeres para lograr equidad, igualdad de oportunidades y posiciones espectables para las mujeres en los diferentes ámbitos de liderazgo y actividad pública, recibimos un nuevo 8 de marzo en Bolivia, antecedido por las más inimaginables agresiones a mujeres parlamentarias y a mujeres periodistas.
Es lamentable que en ambos casos exista un común denominador: los orcos del partido de gobierno. Entiéndase orcos, como masa no pensante, estimulada por las más bajas pasiones y frustraciones humanas.
Condeno la violencia ejercitada contra estas mujeres y demando cese la continua violación a los derechos humanos incitada desde las esferas del órgano de poder ejecutivo. No basta que alguna trasnochada autoridad ordene se inicien las respectivas investigaciones, porque estos hechos están registrados en la prensa y aunque los responsables directos, intenten mimetizarse cobardemente en el gentío, tod@s sabemos que el Jefe del MAS, se llama Evo Morales Aima.
Señor Presidente Constitucional de la República, respetuosamente le pido preservemos el Estado constitucional y democrático de derecho y así como quiere gobernar el país, ponga orden en su partido contra este tipo de atropellos que enfrentan a l@s bolivian@s. Usted tiene el suficiente liderazgo para poner un alto y no desperdiciar la oportunidad que la vida le dio para conducir a Bolivia hacia mejores días.
Rememorando un nuevo 8 de marzo destaco todos los esfuerzos que se realizan en el mundo para alcanzar la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo. Más allá de las fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, las mujeres de los cinco continentes pedimos:
“PAN, ROSAS, PAZ Y LIBERTAD”
*Es abogada y periodista
por: Marcela Martínez Sempértegui*
“Pan y rosas” era la consigna, que sintetizaba las demandas de las mujeres obreras que luchaban por mejores condiciones de vida, de trabajo, mayor seguridad y mejor paga. Desde 1857 año en que un grupo de mujeres fueron reprimidas por la policía en Nueva York, medio siglo después, en 1908, 15.000 obreras marcharon por las calles de la misma ciudad al grito de esta consigna y un año más tarde, también en marzo, 140 mujeres jóvenes murieron calcinadas en la fábrica textil donde trabajaban encerradas en condiciones inhumanas.
En 1910, durante un Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, la alemana Clara Zetkin, propuso que se estableciera el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, en homenaje a aquellas que llevaron adelante las primeras acciones de mujeres trabajadoras organizadas contra la explotación.
Siete años más tarde, en Rusia - febrero de 1917, para el calendario ortodoxo -, las obreras textiles tomaron las calles reclamando "Pan, paz y libertad", marcando así el inicio de la Revolución Rusa, acaecida en octubre del mismo año.
En la primera década del siglo XXI, cuando pensamos haber recorrido un largo camino en la conquista del ejercicio pleno de los derechos de las mujeres para lograr equidad, igualdad de oportunidades y posiciones espectables para las mujeres en los diferentes ámbitos de liderazgo y actividad pública, recibimos un nuevo 8 de marzo en Bolivia, antecedido por las más inimaginables agresiones a mujeres parlamentarias y a mujeres periodistas.
Es lamentable que en ambos casos exista un común denominador: los orcos del partido de gobierno. Entiéndase orcos, como masa no pensante, estimulada por las más bajas pasiones y frustraciones humanas.
Condeno la violencia ejercitada contra estas mujeres y demando cese la continua violación a los derechos humanos incitada desde las esferas del órgano de poder ejecutivo. No basta que alguna trasnochada autoridad ordene se inicien las respectivas investigaciones, porque estos hechos están registrados en la prensa y aunque los responsables directos, intenten mimetizarse cobardemente en el gentío, tod@s sabemos que el Jefe del MAS, se llama Evo Morales Aima.
Señor Presidente Constitucional de la República, respetuosamente le pido preservemos el Estado constitucional y democrático de derecho y así como quiere gobernar el país, ponga orden en su partido contra este tipo de atropellos que enfrentan a l@s bolivian@s. Usted tiene el suficiente liderazgo para poner un alto y no desperdiciar la oportunidad que la vida le dio para conducir a Bolivia hacia mejores días.
Rememorando un nuevo 8 de marzo destaco todos los esfuerzos que se realizan en el mundo para alcanzar la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo. Más allá de las fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, las mujeres de los cinco continentes pedimos:
“PAN, ROSAS, PAZ Y LIBERTAD”
*Es abogada y periodista
jueves, 6 de marzo de 2008
Este fue un airoso reclamo a mis colegas amordazados por los réditos de la propaganda oficialista en sus medios.
ES DEBER DE TODOS BUSCAR PUNTOS DE ALIANZA Y DE CONSENSO HACIA EL PROCESO CONSTITUYENTE
Por: Marcela Martínez Sempértegui *
Me permito comenzar esta nota de opinión tomando dos párrafos del preámbulo de la Declaración de Chapultepec (Sobre Libertad de Expresión) que textualmente dice:
“En el ejercicio democrático, varios logros suscitan el optimismo, pero también aconsejan la prudencia. La crisis de las instituciones, las desigualdades, el atraso, las frustraciones transformadas en intransigencia, la búsqueda de recetas fáciles, la incomprensión sobre el carácter del proceso democrático y las presiones sectoriales, son un peligro constante para el progreso alcanzado. Constituyen también obstáculos potenciales para seguir avanzando.
Por todo ello, es deber de quienes vivimos en este hemisferio, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, consolidar la vigencia de las libertades públicas y los derechos humanos”.
Pues bien, el pasado 25 de los corrientes y con el fin de comenzar a generar el debate nacional sobre el contenido de la Asamblea Constituyente, el MNR presentó en conferencia de prensa su propuesta sobre algunos temas específicos que debería contener la agenda.
Sin embargo, la prensa en general no reflejó a la opinión pública el contenido total de esta propuesta omitiendo a mi criterio una parte elemental: Los valores supremos sobre cuya base se debe estructurar el sistema constitucional boliviano y los derechos y deberes fundamentales de las personas, plataforma de toda estructura social y por ende del Estado. Ambos puntos contenidos y desarrollados en la mencionada propuesta.
Aclaro también que no reclamo esta omisión de la prensa por haber sido yo quién los presentó, al contrario los puse a consideración del MNR y hoy los defiendo porque realmente son trascendentales para la vida democrática del nuestro o cualquier Estado Constitucional y para el resultado de la próxima Asamblea Constituyente.
Tanto los partidos políticos como los medios de comunicación y la sociedad en general, tenemos la obligación de buscar y destacar puntos de encuentro, de consenso, de unidad y siguiendo el ejemplo del Papa Juan XXIII, recuerdo que la defensa de los derechos humanos es una posición política integradora y no partidista, ánimo con el que el MNR renovado y revitalizado pretende ser parte de la Revolución Constitucional entendiendo la palabra revolución como cambio profundo y no como violencia.
¿Cuáles son los criterios que actualmente priman para determinar los hechos noticiables?
¿Existe la línea de mostrar a determinados partidos con una imagen caduca y tradicional inclusive en las fotografías?
¿Puede ser posible que los periodistas que realizaron la cobertura se olvidaran de las libertades públicas entre ellas la libertad de expresión y omitieron el tema sólo porque lo dijo el MNR mutilando la conferencia?
¿Existe discriminación de género en los medios? ¿No son los mismos que reclaman renovación de los partidos tradicionales y cuando hablamos las mujeres, los jóvenes y los indígenas no nos publican como sucedió en esa oportunidad?
Preferiría pensar que fue la propia gente del MNR que coordina con los medios que realizó un trabajo deficiente, a reconocer que algunos de mis colegas periodistas en ejercicio, con palabras de la periodista norteamericana Helen Thomas, se están limando así mismos los colmillos de perros guardianes de la democracia para convertirse en perros falderos del oficialismo.
Por: Marcela Martínez Sempértegui *
Me permito comenzar esta nota de opinión tomando dos párrafos del preámbulo de la Declaración de Chapultepec (Sobre Libertad de Expresión) que textualmente dice:
“En el ejercicio democrático, varios logros suscitan el optimismo, pero también aconsejan la prudencia. La crisis de las instituciones, las desigualdades, el atraso, las frustraciones transformadas en intransigencia, la búsqueda de recetas fáciles, la incomprensión sobre el carácter del proceso democrático y las presiones sectoriales, son un peligro constante para el progreso alcanzado. Constituyen también obstáculos potenciales para seguir avanzando.
Por todo ello, es deber de quienes vivimos en este hemisferio, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, consolidar la vigencia de las libertades públicas y los derechos humanos”.
Pues bien, el pasado 25 de los corrientes y con el fin de comenzar a generar el debate nacional sobre el contenido de la Asamblea Constituyente, el MNR presentó en conferencia de prensa su propuesta sobre algunos temas específicos que debería contener la agenda.
Sin embargo, la prensa en general no reflejó a la opinión pública el contenido total de esta propuesta omitiendo a mi criterio una parte elemental: Los valores supremos sobre cuya base se debe estructurar el sistema constitucional boliviano y los derechos y deberes fundamentales de las personas, plataforma de toda estructura social y por ende del Estado. Ambos puntos contenidos y desarrollados en la mencionada propuesta.
Aclaro también que no reclamo esta omisión de la prensa por haber sido yo quién los presentó, al contrario los puse a consideración del MNR y hoy los defiendo porque realmente son trascendentales para la vida democrática del nuestro o cualquier Estado Constitucional y para el resultado de la próxima Asamblea Constituyente.
Tanto los partidos políticos como los medios de comunicación y la sociedad en general, tenemos la obligación de buscar y destacar puntos de encuentro, de consenso, de unidad y siguiendo el ejemplo del Papa Juan XXIII, recuerdo que la defensa de los derechos humanos es una posición política integradora y no partidista, ánimo con el que el MNR renovado y revitalizado pretende ser parte de la Revolución Constitucional entendiendo la palabra revolución como cambio profundo y no como violencia.
¿Cuáles son los criterios que actualmente priman para determinar los hechos noticiables?
¿Existe la línea de mostrar a determinados partidos con una imagen caduca y tradicional inclusive en las fotografías?
¿Puede ser posible que los periodistas que realizaron la cobertura se olvidaran de las libertades públicas entre ellas la libertad de expresión y omitieron el tema sólo porque lo dijo el MNR mutilando la conferencia?
¿Existe discriminación de género en los medios? ¿No son los mismos que reclaman renovación de los partidos tradicionales y cuando hablamos las mujeres, los jóvenes y los indígenas no nos publican como sucedió en esa oportunidad?
Preferiría pensar que fue la propia gente del MNR que coordina con los medios que realizó un trabajo deficiente, a reconocer que algunos de mis colegas periodistas en ejercicio, con palabras de la periodista norteamericana Helen Thomas, se están limando así mismos los colmillos de perros guardianes de la democracia para convertirse en perros falderos del oficialismo.
*La autora es Periodista y Abogada Constitucionalista.
El Gobierno del MAS continúa ignorando y vulnerando los derechos del 49% de la población boliviana. Y la cifra suma...
MAYORÍA ABSOLUTA: LÍMITE AL PODER CONSTITUYENTE
Por: Marcela Martínez Sempértegui *
*La autora es Periodista y Abogada Constitucionalista.
Por: Marcela Martínez Sempértegui *
Con la aprobación unilateral del sistema de votación para definir el nuevo texto constitucional por mayoría absoluta, incumpliendo el Art. 25 de la Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente concordante con la constitución vigente, que establecía los dos tercios, el rodillo del MAS, ha puesto límites al Poder Constituyente, ha vulnerado valores supremos y principios constitucionales y democráticos que debieran estar presentes en un proceso legal y legítimo de construcción de un nuevo Pacto Social.
Recordemos que en el recuento final nacional de votos para elegir asambleístas el partido de gobierno obtuvo un 50.7%, según la estadísticas de la Corte Nacional Electoral; este porcentaje hace que la bancada masista sea suficiente para obtener la mayoría absoluta. En otras palabras un 49% de bolivianos y bolivianas nos quedamos sin representación en la asamblea, ya que la participación de las trece fuerzas políticas restantes se hace innecesaria.
El Poder Constituyente como fuente de toda constitución queda limitado, el concepto de Sieyés como potestad que tiene el pueblo de construir un Estado y de darse una organización política y jurídica se destruye porque no proviene directamente del pueblo, sino de un partido político aunque coyunturalmente sea mayoría.
El concepto de Asamblea originaria por el que inicialmente se rasgaron las vestiduras queda en discurso porque depende de un poder constituido y en función de gobierno y no toma en cuenta al 100% de la población.
En estas condiciones, el resultado no podrá ser un nuevo “Contrato Social” por el hecho de negarse la posibilidad de generar acuerdos entre las partes, por negar las libertades de consentir o disentir, de representar y de participar. No se puede hablar más de consensos, ni de deliberación; si de imposición como característica irracional en el ejercicio del poder.
La soberanía del pueblo queda reducida a la voluntad poco creativa y condicionada de unos cuantos y el sistema político reforzado por nuevos actores de nombre pero viejos y maleados en la práctica, se consolida como factor de divisionismo, de crisis y de autodestrucción. Lejos de actuar guiados por el bien común superponen intereses sectarios.
La miopía política de no considerar a las minorías que sumadas representan a la mitad de la población, debilita más el sistema democrático que por lo menos formalmente subsiste. La oportunidad histórica de ser verdaderos actores del cambio y construir un Nuevo Estado con inclusión y equidad social, se reduce a un intercambio de roles entre incluidos y excluidos, fuente de resentimientos y rencores.
La riqueza del constitucionalismo que se construye en la resolución de la pugna de intereses contrapuestos a través de instrumentos políticos en esencia y formalmente jurídicos pierde toda su esencia. Ignorando los principios y derechos fundamentales en el procedimiento de aprobación ¿Qué resultado esperamos? ¿Para qué se invirtió tiempo y dinero en diseñar proyectos que garanticen una composición democrática y representativa de la asamblea? ¿No reclamaban los sectores ahora en funciones, la falta de pluralidad de la actual constitución, aspecto que tenía que ser superado?
Es oportuno que en conjunto hagamos una pausa, repensemos y reencausemos el proceso constituyente, sin imposiciones, sin medidas extremas que tampoco conducen a nada, sin costosas campañas con resultados subjetivos que podrían acrecentar el divisionismo y hasta auspiciar constituyentes paralelas.
Esforcemos la capacidad de retomar el diálogo, de encontrar puntos de coincidencia, referentes de unidad. Ante los extremos encontrados de las primeras fuerzas, corresponde a la sociedad en su conjunto asumir un rol protagónico hasta lograr las alianzas necesarias para un cambio serio y responsable. El reto está planteado.
Recordemos que en el recuento final nacional de votos para elegir asambleístas el partido de gobierno obtuvo un 50.7%, según la estadísticas de la Corte Nacional Electoral; este porcentaje hace que la bancada masista sea suficiente para obtener la mayoría absoluta. En otras palabras un 49% de bolivianos y bolivianas nos quedamos sin representación en la asamblea, ya que la participación de las trece fuerzas políticas restantes se hace innecesaria.
El Poder Constituyente como fuente de toda constitución queda limitado, el concepto de Sieyés como potestad que tiene el pueblo de construir un Estado y de darse una organización política y jurídica se destruye porque no proviene directamente del pueblo, sino de un partido político aunque coyunturalmente sea mayoría.
El concepto de Asamblea originaria por el que inicialmente se rasgaron las vestiduras queda en discurso porque depende de un poder constituido y en función de gobierno y no toma en cuenta al 100% de la población.
En estas condiciones, el resultado no podrá ser un nuevo “Contrato Social” por el hecho de negarse la posibilidad de generar acuerdos entre las partes, por negar las libertades de consentir o disentir, de representar y de participar. No se puede hablar más de consensos, ni de deliberación; si de imposición como característica irracional en el ejercicio del poder.
La soberanía del pueblo queda reducida a la voluntad poco creativa y condicionada de unos cuantos y el sistema político reforzado por nuevos actores de nombre pero viejos y maleados en la práctica, se consolida como factor de divisionismo, de crisis y de autodestrucción. Lejos de actuar guiados por el bien común superponen intereses sectarios.
La miopía política de no considerar a las minorías que sumadas representan a la mitad de la población, debilita más el sistema democrático que por lo menos formalmente subsiste. La oportunidad histórica de ser verdaderos actores del cambio y construir un Nuevo Estado con inclusión y equidad social, se reduce a un intercambio de roles entre incluidos y excluidos, fuente de resentimientos y rencores.
La riqueza del constitucionalismo que se construye en la resolución de la pugna de intereses contrapuestos a través de instrumentos políticos en esencia y formalmente jurídicos pierde toda su esencia. Ignorando los principios y derechos fundamentales en el procedimiento de aprobación ¿Qué resultado esperamos? ¿Para qué se invirtió tiempo y dinero en diseñar proyectos que garanticen una composición democrática y representativa de la asamblea? ¿No reclamaban los sectores ahora en funciones, la falta de pluralidad de la actual constitución, aspecto que tenía que ser superado?
Es oportuno que en conjunto hagamos una pausa, repensemos y reencausemos el proceso constituyente, sin imposiciones, sin medidas extremas que tampoco conducen a nada, sin costosas campañas con resultados subjetivos que podrían acrecentar el divisionismo y hasta auspiciar constituyentes paralelas.
Esforcemos la capacidad de retomar el diálogo, de encontrar puntos de coincidencia, referentes de unidad. Ante los extremos encontrados de las primeras fuerzas, corresponde a la sociedad en su conjunto asumir un rol protagónico hasta lograr las alianzas necesarias para un cambio serio y responsable. El reto está planteado.
*La autora es Periodista y Abogada Constitucionalista.
YO LO ADVERTÍ... (en marzo de 2006)
ENTRE RE - FUNDAR O RE - FUNDIR EL PAÍS
Por: Marcela Martínez Sempértegui *
La democracia es una opción de poder que debiera tener el fin de producirla y perfeccionarla continuamente. Sin embargo, quienes detenten ese poder estarán siempre en la dualidad de beneficiarse a sí mismos u optar por el bien común. Esta decisión dependerá de muchos factores y circunstancias pero sobre todo de la madurez política de grupo y del nivel de consciencia individual de quienes conformen ese grupo oficialista.
En el caso específico de Bolivia, muchas aguas corrieron para construir una cultura democrática como Estado y todos conocemos los hechos históricos, el costo social e inclusive las vidas que se ofrendaron para respaldarla.
Fruto de estas conquistas y de la evolución de la cultura democrática y participativa que se materializa a partir de la Revolución del 52 con el Voto Universal y todas las grandes reformas en diferentes etapas, como las reformas educativas y la revolucionaria Ley de Participación Popular, llegamos al momento actual en que el pueblo boliviano exige retomar el ejercicio directo de su soberanía para adoptar un nuevo pacto social y político y construir una nueva sociedad democrática sin exclusiones.
Este nuevo reto y las negativas señales del actual partido de gobierno que diariamente nos sorprenden: involucrar directamente a personeros extranjeros independientemente de qué nacionalidad tengan en el manejo de los sistemas informáticos (bases de datos) de identificación o de Registro Civil en un proyecto que antes financiaba USAID sin intromisiones y que se llevó adelante con mucho éxito pero sin publicidad, las imprudentes y temerarias declaraciones del Presidente de la República - no por nada se optó como estrategia de campaña, no presentarlo ante los medios de comunicación - o que intenten copar a cualquier precio la totalidad de asambleístas, hacen que nos cuestionemos sobre los resultados reales que pueden obtenerse de la próxima Constituyente.
Entre ellos, re – fundar o re - fundir el país:
Para re - fundarlo es imprescindible recordar que la composición de la asamblea debe ser el reflejo fiel de la sociedad en la que vivimos, para que la nueva Constitución tenga la legitimidad que le de fuerza en su aplicación, ese pacto debe ser adoptado con la intervención democrática de toda la ciudadanía, debe priorizarse el consenso y necesariamente se deben tomar en cuenta a las minorías.
Las propuestas deben estar cimentadas con base en los valores supremos y principios fundamentales y guiadas con una clara visión de nación en la que se supere el individualismo o interés sectario por una justa concepción social dirigida a mejorar la calidad de vida en sociedad.
Para re – fundirlo, basta con adoptar posiciones totalitarias, ahondar en las brechas regionales e incentivar el separatismo adoptando consignas sin fundamento, crear falsas y demagógicas expectativas, olvidarse de la alianza de clases, de culturas, de regiones, de género y generaciones y optar por el enfrentamiento.
¿Cuál de las dos opciones elegirán los encargados de velar por el desarrollo de esta conquista del pueblo boliviano?
*La autora es Periodista y Abogada Constitucionalista.
Por: Marcela Martínez Sempértegui *
La democracia es una opción de poder que debiera tener el fin de producirla y perfeccionarla continuamente. Sin embargo, quienes detenten ese poder estarán siempre en la dualidad de beneficiarse a sí mismos u optar por el bien común. Esta decisión dependerá de muchos factores y circunstancias pero sobre todo de la madurez política de grupo y del nivel de consciencia individual de quienes conformen ese grupo oficialista.
En el caso específico de Bolivia, muchas aguas corrieron para construir una cultura democrática como Estado y todos conocemos los hechos históricos, el costo social e inclusive las vidas que se ofrendaron para respaldarla.
Fruto de estas conquistas y de la evolución de la cultura democrática y participativa que se materializa a partir de la Revolución del 52 con el Voto Universal y todas las grandes reformas en diferentes etapas, como las reformas educativas y la revolucionaria Ley de Participación Popular, llegamos al momento actual en que el pueblo boliviano exige retomar el ejercicio directo de su soberanía para adoptar un nuevo pacto social y político y construir una nueva sociedad democrática sin exclusiones.
Este nuevo reto y las negativas señales del actual partido de gobierno que diariamente nos sorprenden: involucrar directamente a personeros extranjeros independientemente de qué nacionalidad tengan en el manejo de los sistemas informáticos (bases de datos) de identificación o de Registro Civil en un proyecto que antes financiaba USAID sin intromisiones y que se llevó adelante con mucho éxito pero sin publicidad, las imprudentes y temerarias declaraciones del Presidente de la República - no por nada se optó como estrategia de campaña, no presentarlo ante los medios de comunicación - o que intenten copar a cualquier precio la totalidad de asambleístas, hacen que nos cuestionemos sobre los resultados reales que pueden obtenerse de la próxima Constituyente.
Entre ellos, re – fundar o re - fundir el país:
Para re - fundarlo es imprescindible recordar que la composición de la asamblea debe ser el reflejo fiel de la sociedad en la que vivimos, para que la nueva Constitución tenga la legitimidad que le de fuerza en su aplicación, ese pacto debe ser adoptado con la intervención democrática de toda la ciudadanía, debe priorizarse el consenso y necesariamente se deben tomar en cuenta a las minorías.
Las propuestas deben estar cimentadas con base en los valores supremos y principios fundamentales y guiadas con una clara visión de nación en la que se supere el individualismo o interés sectario por una justa concepción social dirigida a mejorar la calidad de vida en sociedad.
Para re – fundirlo, basta con adoptar posiciones totalitarias, ahondar en las brechas regionales e incentivar el separatismo adoptando consignas sin fundamento, crear falsas y demagógicas expectativas, olvidarse de la alianza de clases, de culturas, de regiones, de género y generaciones y optar por el enfrentamiento.
¿Cuál de las dos opciones elegirán los encargados de velar por el desarrollo de esta conquista del pueblo boliviano?
*La autora es Periodista y Abogada Constitucionalista.
Esta serie de artículos fueron publicados en la periódico "La Razón"
Quedó en puro deseo...
¿QUÉ PERFIL DE CONSTITUYENTES SERÁ ELEGIDO?
Por: Marcela Martínez Sempértegui *
Después de 24 años de vida democrática ininterrumpida y gobiernos de diverso origen y tendencia, incluidas las sucesiones constitucionales últimas en las que se suponía no habían compromisos partidarios, ni deudas electorales pendientes, más el gobierno actual; hay una sola constante que surge ensombreciendo las diferentes gestiones: EL CLIENTELISMO, entendido como sistema de protección y amparo con que los poderosos patrocinan a quienes se acogen a ellos a cambio de su sumisión y de sus servicios.
La ideología y vocación de servicio por el bien común, quedó de lado para dar paso a oportunistas o inversionistas que financian campañas para luego recuperar y ganar en las “empresas” del Estado.
Prueba de estas duras afirmaciones son la cantidad de tránsfugas registrados en las últimas elecciones que como único interés común los unió la ambición de poder y como camaleones intentaron confundir a la población con un color de tradición socialista, un símbolo de Medio Oriente y algunos rostros de gente inocente, constituyendo una sociedad con el disfraz de la reciente figura de agrupación ciudadana.
Está demás decir que el partido ahora oficialista que prometía el cambio en el tema de empleos y de elegir a los hombres y mujeres que conducirán al país evidentemente no es igual a los anteriores. Es infame, no sólo se están echando por la borda procesos de institucionalización y tecnificación de importantes reparticiones gubernamentales, sino que con sentido demagógico se designa a personas que pueden tener buenas intenciones como todos, pero no tienen respaldo académico, ni experiencia, ni currículo laboral , ni currículo político para salir adelante y peor aún, el nepotismo nuevamente entró en vigencia. No se puede generalizar, mas los casos específicos son de conocimiento público. Todos los logros de partidos como el MNR que a precio de perder popularidad entre sus misma militancia por seleccionar gente técnica y profesional para asegurar la gestión gubernamental quedaron en cero.
Sin embargo, las y los que sean elegid@s constituyentes, no podrán retribuir con empleos por lo menos directamente y tampoco administrarán grandes presupuestos, tendrán un modesto sueldo y “empleo” (gran responsabilidad) seguro por seis meses extensible a un año. No tendrán asesores, tendrán que trasladar su domicilio a Sucre temporalmente y lo más importante tendrán que demostrar resultados a corto plazo y públicamente. Ójala que en estas condiciones todos los sectores de la población estén representados pero por las y los mejores!
*La autora es Abogada Constitucionalista y Periodista.
Por: Marcela Martínez Sempértegui *
Después de 24 años de vida democrática ininterrumpida y gobiernos de diverso origen y tendencia, incluidas las sucesiones constitucionales últimas en las que se suponía no habían compromisos partidarios, ni deudas electorales pendientes, más el gobierno actual; hay una sola constante que surge ensombreciendo las diferentes gestiones: EL CLIENTELISMO, entendido como sistema de protección y amparo con que los poderosos patrocinan a quienes se acogen a ellos a cambio de su sumisión y de sus servicios.
La ideología y vocación de servicio por el bien común, quedó de lado para dar paso a oportunistas o inversionistas que financian campañas para luego recuperar y ganar en las “empresas” del Estado.
Prueba de estas duras afirmaciones son la cantidad de tránsfugas registrados en las últimas elecciones que como único interés común los unió la ambición de poder y como camaleones intentaron confundir a la población con un color de tradición socialista, un símbolo de Medio Oriente y algunos rostros de gente inocente, constituyendo una sociedad con el disfraz de la reciente figura de agrupación ciudadana.
Está demás decir que el partido ahora oficialista que prometía el cambio en el tema de empleos y de elegir a los hombres y mujeres que conducirán al país evidentemente no es igual a los anteriores. Es infame, no sólo se están echando por la borda procesos de institucionalización y tecnificación de importantes reparticiones gubernamentales, sino que con sentido demagógico se designa a personas que pueden tener buenas intenciones como todos, pero no tienen respaldo académico, ni experiencia, ni currículo laboral , ni currículo político para salir adelante y peor aún, el nepotismo nuevamente entró en vigencia. No se puede generalizar, mas los casos específicos son de conocimiento público. Todos los logros de partidos como el MNR que a precio de perder popularidad entre sus misma militancia por seleccionar gente técnica y profesional para asegurar la gestión gubernamental quedaron en cero.
Sin embargo, las y los que sean elegid@s constituyentes, no podrán retribuir con empleos por lo menos directamente y tampoco administrarán grandes presupuestos, tendrán un modesto sueldo y “empleo” (gran responsabilidad) seguro por seis meses extensible a un año. No tendrán asesores, tendrán que trasladar su domicilio a Sucre temporalmente y lo más importante tendrán que demostrar resultados a corto plazo y públicamente. Ójala que en estas condiciones todos los sectores de la población estén representados pero por las y los mejores!
*La autora es Abogada Constitucionalista y Periodista.
Rememoro algunos artículos publicados a propósito del proceso constituyente boliviano
ASAMBLEA CONSTITUYENTE: FRUTO DE LA REVOLUCIÓN NACIONAL
A MÁS DE MEDIO SIGLO MUJERES E INDIGENAS SE EMPODERAN DEL NACIONALISMO REVOLUCIONARIO
Por: Marcela Martínez Sempértegui *
A MÁS DE MEDIO SIGLO MUJERES E INDIGENAS SE EMPODERAN DEL NACIONALISMO REVOLUCIONARIO
Por: Marcela Martínez Sempértegui *
Es innegable que la cuna del ejercicio de la democracia boliviana es el Voto Universal. El Movimiento Nacionalista Revolucionario consolidó el Sistema Democrático del Estado boliviano con la introducción de un derecho electoral general como una de las principales conquistas de la Revolución del 52.
Recordemos que hasta entonces a 128 años de la fundación de la República de Bolivia y pese a 11 “reformas” que tuvo la constitución hasta 1953, año en que se reglamentó el derecho electoral general en una Ley Electoral; se continuaba con el derecho electoral calificado que consistía en que tenían derecho a voto los ciudadanos varones, que sabían leer y escribir, eran propietarios de un bien y tenían un ingreso anual específico. Este hecho hacía que quede excluida de participar en decisiones trascendentales más del 80% de la población, conformada en su mayoría por mujeres e indígenas privad@s de decidir, elegir y ser elegidos, es decir de todos sus derechos ciudadanos.
Pero de qué derechos estamos hablando? Si en pleno siglo XX, las personas de origen indígena no tenían acceso a la Plaza Murillo en la ciudad de La Paz, ni a ninguna de las plazas principales de las otras capitales y las mujeres eran tratadas como objetos susceptibles de propiedad privada. Es difícil tratar de imaginar y admitir esa situación ahora, pero estoy segura que muchos abuelos y abuelas deben recordar ¡cómo se vivía…!
El espíritu de las reformas de la Revolución Nacional que se plasman recién en las Constituciones de 1961 y 1967 es mucho más profundo: Reconocer en el ejercicio que todos somos personas iguales y dignas, que valemos por ser y no por tener, con derechos civiles y políticos, con derechos humanos, reconocidos Universalmente después de la 2da. Guerra Mundial, pero que la nación boliviana recién los digiere y apropia en un periodo de más de medio siglo. (Corto tiempo considerando que la negación, opresión o periodo de bajada, duró más de medio milenio).
Muchas aguas corrieron del 52 a la fecha, sin embargo, el primer hálito, de Tupac Katari y Bartolina Sisa antes de la conformación del Estado y los primeros pasos de Víctor Paz, María Barzola y Lidia Gueiler fueron significativos para recorrer creciendo un camino que tiene como norte el reencuentro con nuestra identidad, con la igualdad, con la equidad, en un mundo globalizado en el que podemos aportar con el conocimiento y práctica de los valores humanos reflejados en la sabiduría de nuestros pueblos y ancestros.
Algunos estudiosos del Derecho Constitucional afirman que los protagonistas del proceso de la Revolución Nacional no asumieron el reto de cambiar el sistema constitucional refundando el Estado a través del ejercicio del Poder Constituyente Revolucionario y prefirieron adoptar los grandes cambios mediante decretos leyes. Es posible, pero no olvidemos que los cambios reales se los realiza de adentro hacia fuera, de lo individual a lo colectivo y que todo fruto tiene una etapa de maduración, así como cada niño tiene un periodo de crecimiento antes de tomar sus propias decisiones.
Parecería que como producto de este largo proceso que unificó la conciencia colectiva del pueblo boliviano, recién hemos adquirido la mayoría de edad y estamos listos para asumir con valor y orgullo en la próxima Asamblea Constituyente derivada, pero quizá la que marque un Nuevo Inicio y rectifique Lo que debió Ser, el verdadero ejercicio de los derechos económicos, sociales y culturales, así como los derechos colectivos de los pueblos.
Mujeres e indígenas tenemos por primera vez y en igualdad de condiciones el futuro en nuestras manos.
Recordemos que hasta entonces a 128 años de la fundación de la República de Bolivia y pese a 11 “reformas” que tuvo la constitución hasta 1953, año en que se reglamentó el derecho electoral general en una Ley Electoral; se continuaba con el derecho electoral calificado que consistía en que tenían derecho a voto los ciudadanos varones, que sabían leer y escribir, eran propietarios de un bien y tenían un ingreso anual específico. Este hecho hacía que quede excluida de participar en decisiones trascendentales más del 80% de la población, conformada en su mayoría por mujeres e indígenas privad@s de decidir, elegir y ser elegidos, es decir de todos sus derechos ciudadanos.
Pero de qué derechos estamos hablando? Si en pleno siglo XX, las personas de origen indígena no tenían acceso a la Plaza Murillo en la ciudad de La Paz, ni a ninguna de las plazas principales de las otras capitales y las mujeres eran tratadas como objetos susceptibles de propiedad privada. Es difícil tratar de imaginar y admitir esa situación ahora, pero estoy segura que muchos abuelos y abuelas deben recordar ¡cómo se vivía…!
El espíritu de las reformas de la Revolución Nacional que se plasman recién en las Constituciones de 1961 y 1967 es mucho más profundo: Reconocer en el ejercicio que todos somos personas iguales y dignas, que valemos por ser y no por tener, con derechos civiles y políticos, con derechos humanos, reconocidos Universalmente después de la 2da. Guerra Mundial, pero que la nación boliviana recién los digiere y apropia en un periodo de más de medio siglo. (Corto tiempo considerando que la negación, opresión o periodo de bajada, duró más de medio milenio).
Muchas aguas corrieron del 52 a la fecha, sin embargo, el primer hálito, de Tupac Katari y Bartolina Sisa antes de la conformación del Estado y los primeros pasos de Víctor Paz, María Barzola y Lidia Gueiler fueron significativos para recorrer creciendo un camino que tiene como norte el reencuentro con nuestra identidad, con la igualdad, con la equidad, en un mundo globalizado en el que podemos aportar con el conocimiento y práctica de los valores humanos reflejados en la sabiduría de nuestros pueblos y ancestros.
Algunos estudiosos del Derecho Constitucional afirman que los protagonistas del proceso de la Revolución Nacional no asumieron el reto de cambiar el sistema constitucional refundando el Estado a través del ejercicio del Poder Constituyente Revolucionario y prefirieron adoptar los grandes cambios mediante decretos leyes. Es posible, pero no olvidemos que los cambios reales se los realiza de adentro hacia fuera, de lo individual a lo colectivo y que todo fruto tiene una etapa de maduración, así como cada niño tiene un periodo de crecimiento antes de tomar sus propias decisiones.
Parecería que como producto de este largo proceso que unificó la conciencia colectiva del pueblo boliviano, recién hemos adquirido la mayoría de edad y estamos listos para asumir con valor y orgullo en la próxima Asamblea Constituyente derivada, pero quizá la que marque un Nuevo Inicio y rectifique Lo que debió Ser, el verdadero ejercicio de los derechos económicos, sociales y culturales, así como los derechos colectivos de los pueblos.
Mujeres e indígenas tenemos por primera vez y en igualdad de condiciones el futuro en nuestras manos.
Equidad de Género: Una lucha constante
Una constante en mi vida es la lucha por la equidad y la alianza de géneros y específicamente por el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres.
Si no se toma en cuenta a más del 50% de la población constituido por mujeres, y no se crean las condiciones que aseguren y garanticen la igualdad de oportunidades, no podremos hablar nunca de desarrollo efectivo.
La transversal de género debe ser incluída en todos los ámbitos del quehacer humano, mientras las diferentes culturas se eduquen para la equidad y la paz.
Si no se toma en cuenta a más del 50% de la población constituido por mujeres, y no se crean las condiciones que aseguren y garanticen la igualdad de oportunidades, no podremos hablar nunca de desarrollo efectivo.
La transversal de género debe ser incluída en todos los ámbitos del quehacer humano, mientras las diferentes culturas se eduquen para la equidad y la paz.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)